viernes, 22 de junio de 2012

Las claves: El entramado defensivo griego no pudo con el rodillo alemán




Los cambios introducidos por Joachim Löw, sobre todo el de Reus por Müller, dotaron al equipo de más velocidad y el bueno entendimiento de los cuatro de arriba fueron una de las claves del partido.


Otra, sin duda, fue Sami Khedira. El mediocampista de ascendencia tunecina tomó los galones de la selección ante un desaparecido Schweinsteiger, apareciendo en todos lados: bien podía estar rematando a puerta (de hecho marcó un gol), asistiendo a sus compañeros con buenos centros, circulando el balón e incluso en muchas ocasiones ayudó a la defensa a parar las embestidas griegas. Todocampista puro y duro.


Sin duda, la táctica le salió bien al técnico de Schwarzwald. Le dio minutos (y confianza) a Miroslav Klose, jugador muy importante en Alemania en la década pasada, pero eso le significó un guiño al de origen polaco, haciéndole pensar "Oye, tú sigues siendo importante". Y Miroslav como jugador cumplidor, cumplió con su gol. Le dio un merecido descanso a Mario Gómez, que saldrá a morder en la semifinales.


Pero lo que mejor le salió fue la alineación de Marco Reus. El jugador del Borussia Dortmund se asoció con sus compañeros como si de un titular se tratase, y le hará dudar mucho al míster de su alineación o la de Thomas Müller.


En resumidas cuentas, un partido muy trabajado tácticamente por Löw, que acabó como se esperaba: los teutones en semifinales.

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